De pronto uno se aleja de las imágenes queridas,quedan frágiles en el horizonte del pensamiento,pero ojalá pienses un poco en ellas. No creo en predicadores ni en generales ni en las nalgas de miss universo ni en el arrepentimiento de los verdugos
ni en el catecismo del confort
ni en el flaco perdón de dios,
a estas alturas del partido creo en los ojos y las manos del pueblo en general y en tus ojos y tus manos en particular.